Escribir fue una experiencia profundamente transformadora que me ayudó a tomar conciencia del trabajo y del esfuerzo realizado durante décadas.
Me permitió recordar a cada uno de mis maestros, su dedicación y paciencia, pero también la mía desgrabando durante horas cada una de sus clases, preguntando, estudiando, analizando y presentando mis propias conclusiones.

El estudio de la Cábala complementado con el análisis junguiano ha despertado en mí tanto fascinación como humildad.

Sumergirme en los secretos y símbolos de estas sabidurías me ha permitido conectarme con el Cosmos y con toda la humanidad, generando una sensación de asombro ante la complejidad y al mismo tiempo sencillez, de cada detalle de la Creación.
La escritura de este libro se convirtió en un nuevo viaje espiritual sobre caminos ya recorridos.

Podría decir que escribir, para mí, se volvió una especie de retiro espiritual en donde al repasar y formular en palabras legibles meditaciones y conclusiones personales, me ha permitido reforzar el entusiasmo y vértigo de los primeros días de contacto con estas disciplinas.
A medida que las palabras fluían en el papel se repetía la sensación de revelación y epifanía, como si estuviera descubriendo verdades ocultas desde hace siglos. Pero también sintiendo la responsabilidad de transmitir ese conocimiento sagrado a través del privilegio de la palabra.
Te invito a sentarte junto a mi, al lado de “La Rosa del Sharon” para compartir secretos y meditaciones.

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