

Qué es un "Dibbuk"?


Antes de que la medicina moderna pudiera intentar equilibrar sintéticamente las enfermedades, se creía que algunas de ellas, las que afectaban la mente, eran causadas por espíritus demoníacos que tomaban control del cuerpo de la persona afligida.
En el folklore judío, un dibbuk es un espíritu maligno que entra en una persona viva, se apega a su alma, causa enfermedad mental, habla a través de su boca y representa una personalidad separada de su anfitrión. Provenían del dominio del mal y una persona no podía ser curada hasta ser exorcizada, enviando al demonio al mismo lugar desde el cual provino.
En terminología cabalística el dominio del mal es denominado “Sitrá Ajaráh” o “El Otro Lado”. Una inversión del mundo divino.
Con respecto a la palabra “dibbuk” la misma no aparece ni en el Talmud ni en la literatura apócrifa, sino que fue introducido en la literatura judía del s.XVII, desde la tradición oral y el lenguaje de los judíos polacos y alemanes. Es una abreviatura de “dibbuk merúaj raáh” o “la adhesión de un espíritu maligno”. Moshé Cordovero (el RaMa”K) lo define como “una preñez maligna”.
Las historias sobre dibbukim son comunes en la época del Segundo Templo y los períodos talmúdicos, pero no son tan frecuentes en la literatura medieval.
En un principio, el dibbuk era considerado un demonio que entraba en el cuerpo de una persona enferma. Más tarde, fueron agregados al mismo concepto otras explicaciones, por ejemplo, que los dibbukim son los espíritus de las personas fallecidas que no descansan en paz (o a quienes no se les otorgó el entierro ritual) y por lo tanto se transformaron en demonios.
Esta idea, también muy común en el cristianismo medieval combinaba con la doctrina del “Guilgul Hanefesh” o transmigración del alma del s.XVI, y fue ampliamente aceptada por segmentos de la población judía, junto con los demás conceptos atribuídos. Generalmente eran consideradas almas que, habida cuenta de la enormidad de sus pecados (errores), no se les permitía transmigrar y entonces como “espíritus degradados” buscaban refugio en los cuerpos de personas vivas. La penetración de un dibbuk en una persona era señal de que había cometido un error secreto, lo que abrió la puerta para su entrada.
Todas estas creencias fueron la combinación de sucesos reales del entorno (hay quienes lo atribuirán a condiciones psíquicas como la histeria y la esquizofrenia) y creencias populares judías influenciadas por la Cábala.
La mayoría de los posesos por dibbukim (pl. dibbuk) eran mujeres. La imagen de un dibbuk, frecuentemente masculino, penetrando su cuerpo es tanto sexual como una ilustración de la doctrina de los opuestos. Masculino y femenino, vivo y muerto, todos fusionados en un solo cuerpo humano.
Exorcizar a un dibbuk no solo era imperativo para remover las fuerzas destructivas de un alma pura sino además una batalla en la guerra cósmica del Bien contra el Mal.
En épocas no tan pasadas la posesión por espíritus era una forma de explicar conductas que no podía ser comprendidas. Así como se creía que las mujeres judías eran poseídas por dibbukim también lo eran las mujeres cristianas a quienes se las conocía como “brujas”. No es coincidencia que entre los siglos XVI y XVIII, cuando el temor a los dibbukim estaba en su apogeo, la Iglesia haya condenado a la hoguera entre 300 mil y un millón de mujeres y hombres por brujería.
El Exorcismo
La literatura cabalística de los discípulos del ARI z”l contiene muchas historias y “protocolos” acerca de los exorcismos de dibbukim. Numerosos manuscritos presentan instrucciones detalladas acerca de cómo exorcizarlos, expulsarlos del cuerpo que los aloja y simultáneamente redimir el alma (del dibbuk) proveyendo un “tikun” (o restauración), ya sea por transmigración o provocando el ingreso del mismo en el “infierno”.
Exorcizar a un dibbuk incluía removerlo del cuerpo en el cual se había alojado y forzarlo a retornar al mundo de los muertos. De esta manera una pequeña parte del orden del mundo sería restaurado. Obviamente, el dibbuk, no deseaba irse.
Un ritual con ribetes dramáticos y aterradores era lo que se requería para extraer al espíritu maligno.
La ceremonia era llevada a cabo en la sinagoga, en la presencia de 10 hombres que se habían purificado mediante ayuno e inmersión ritual. Todos vestidos en mortajas blancas, cubiertos con sus mantos de oración y Tefilin de uso diario.
El exorcista se dirige al dibbuk en forma directa preguntándole el nombre y listando las ofensas que pudiera haber cometido estando vivo, que podrían incluir desde mentir hasta asesinar; induciendo al espíritu maligno a “reconocer” su error y por lo tanto debilitarlo. Era imperativo que el exorcista se mantuviera firme, sin señal de miedo alguno y con absoluta fe en la restauración del Bien.
El dibbuk habiendo reconocido la encerrona en la que se metió solo puede abandonar el cuerpo saliendo entre el dedo gordo del pie y la uña ya que cualquier otra ruta de salida podría dañar permanentemente el cuerpo de la persona poseída. Era fundamental que el espíritu fuera advertido con imprecaciones y amenazas contra poseer el cuerpo de nadie más. No hay lugar para el mundo del muertos en la morada de los vivos.
Luego se abría el arca de la sinagoga que contiene los rollos de la Toráh; se removían de allí siete de ellos, se tocaba 7 veces el shofar o cuerno de carnero y luego se encendían 7 velas negras. Se proclamaban maldiciones, encantamientos, y siete diferentes combinaciones del Nombre de 42 letras de Dios.
Reportes
Desde 1560 numerosos reportes detallados en hebreo e idish acerca de la aparición de dibbukim fueron preservados y publicados.
Los “dibbukim” por lo general se alojan en una caja de madera, que hubiera contenido vino en la mayoría de los casos, cuando se encuentran a la espera de un anfitrión que los aloje.
Una enorme cantidad de material puede encontrarse en fuentes como “Shaar HaGuilgulim”, “Sefer haJizioniot”, “Nishmat Jaim”, “Minjat Eliahu” y “Minjat Iehuda” por Iehuda Moses Fatiyah de Bagdad (1933, pp 41-59). Éste último exorcizó a Shabetai Zvi, y su profeta Natan de Gaza quienes aparecieron como demonios en los cuerpos de hombres y mujeres en Bagdad en 1903.
Cuadernillos especiales sobre exorcismos de espíritus famosos aparecieron y fueron publicados en Ucrania, República Checa y Alemania.
El último protocolo del que se tiene registro fue publicado en Jerusalem en 1904, con respecto a un dibbuk que penetró en el cuerpo de una mujer y fue exorcizado por Ben Zion- Hazzan quien formaba parte de un cerrado círculo cabalístico en esa ciudad.
©Ruth Percowicz - Todos los derechos reservados
Imagen de la Película "The Possession" (2011)