

Los Ángeles


Es sabido que los ángeles no son seres corpóreos según los estándares de medidas humanos y de nuestra realidad física. También, que a diferencia de los humanos los ángeles sí pueden ver su dimensión y la nuestra al mismo tiempo.
Ciertamente que interactuamos en forma regular con estas entidades angélicas que nos observan todo el tiempo, y tienen una gran influencia tanto positiva como negativa en nuestras vidas.
En la literatura cabalística se los refiere en general como “Sejelim Nivdalim” (o inteligencias separadas), esto significa que los ángeles son generalmente considerados inteligencias incorpóreas. Nadie sabe qué forma toman en su propia dimensión (Ietzíráh).
Si bien el texto bíblico describe a los ángeles en el Cielo (Is.6) y en la Carroza (Ez.1) como criaturas muy extrañas, también recordamos que dichas descripciones eran exclusivas para los ojos particulares de los profetas durante su específico estado de trance o meditación.
En otras palabras, solo porque un profeta haya visualizado un ángel con determinada forma no significa que ésa la sea, en realidad. Más bien la forma visualizada por el profeta era una proyección que su mente ayudó a crear para poder ver ¨físicamente” a un entidad no física.
El secreto para comprender las formas angélicas se halla en la palabra “Sejelim” o “inteligencias”. Los ángeles son formas de pensamiento, únicas, separadas, y puntos focales de las emociones (esto explica por qué existen ángeles del amor, de la curación, de la destrucción, del enojo, etc.)
Cuando desde lo Alto se desea enviar un ángel en una misión es suficiente con pensarlo y el ángel corre a cumplir con el decreto ordenado. Por lo tanto el Pensamiento crea ángeles. Por lo tanto el Pensamiento es muy poderoso.
Es complejo para nuestras limitadas mentes comprender formas de vida diferentes de las que conocemos, pero aún así, eso no implica que no existan.
Los ángeles y otras entidades espirituales no observan nuestra forma física sino nuestro pensamiento. Aparentemente a los “ojos” angélicos nuestras actitudes, pensamientos y sentimientos se ven como “colores” que tiñen nuestro alma, de tal manera que sin excepción ni error, los ángeles pueden distinguir claramente quién y qué es cada uno de nosotros.
Según la literatura Hakalótica, los ángeles se comunican con nosotros desde una mente sin forma a una mente con forma. Desde su perspectiva la existencia del cuerpo físico es solo un contenedor que alberga nuestro verdadero Ser, por lo tanto cuando desean comunicarnos algo lo hacen a través de la mente y no del cuerpo.
El problemas es que la mayor parte de las veces no entendemos la transmisión que estamos recibiendo debido a las interferencias mentales que bloquean una clara recepción.
Así, la limpieza no es solo un ejercicio mental valioso sino que además constituye un imperativo espiritual.
Estamos rodeados por una realidad mucho más grande de la que estamos dispuestos a aceptar que incluye razas de otros seres inteligentes, diferentes de nosotros desde lo más elemental. Aquellos que denominamos ángeles son los representantes y agentes de la divinidad.
Sin embargo, no son los únicos que habitan el universo invisible que nos rodea. Hay otras razas de seres que no han sido elegidos para llevar a cabo tareas divinas y que nos ven por lo que realmente somos individualmente y se aprovechan de ello en cada instancia.
Se nos ha provisto de los pasos para protegernos de seres malevolentes y se nos ha dado instrucciones precisas acerca de cómo no atraerlos a nosotros, pero; ¿quién escucha a esta altura las enseñanzas bíblicas de antaño?
©Ruth Percowicz - Todos los derechos reservados
Los actores David Tennant y Michael Sheen encarnando a los ángeles Crowley y Azrafel, en la serie televisiva "The Good Omens"