

La Risa

Un recurso importante a la hora sentirse vivo y feliz suele ser el humor, en todos los niveles y áreas de la vida.
Es notorio que incluso al iniciar o mantener alguna clase de vínculo, ya sea éste a nivel personal o profesional, en donde muchas veces la discreción o solemnidad es más frecuente, un comentario gracioso puede llevar a consecuencias y revelaciones inesperadas de contenido profundo, creatividad latente y hasta material inconsciente, prácticamente sin esfuerzo.
La risa es una expresión de placer, dice el viejo Sigmund porque el chiste al igual que los actos fallidos superan todas las censuras propias y sociales. Incluso C. G. Jung explicaba que sus estudiantes eran capaces de revertir un episodio psicótico de un paciente mediante bromas ingeniosas.
Por lo general exteriorizada por personas de alto cociente intelectual, las investigaciones indican que la risa puede aparecer en numerosas circunstancias: cuando se tiene vergüenza, cuando se saluda, para llenar silencios… las teorías evolutivas indican que tanto el humor como la risa han surgido aproximadamente hace más de 3 millones de años, probablemente ANTES del lenguaje. A lo largo del tiempo dicha disposición de ánimo se ha transformado enormemente, tanto por la palabra como por factores de entorno.
El manejo de estereotipos y arquetipos entre las personas que comparten un chiste es hoy, un asunto de calibración, velocidad mental y exquisito discernimiento. La risa promueve sentimientos de confianza e intimidad.
Sin embargo, y con una abrumadora evidencia, a la hora de hablar de espiritualidad, un halo de ceremonia y majestuosidad corre el velo y oculta “el reino de los inmortales” repartiendo sombra y reprimiendo.
Ejercicio clave para la adquisición de Daat (la sefiráh oculta o la cualidad del "Conocimiento") la risa es una experiencia contemplativa que incluye el más elevado de los conceptos de Cábala meditativa: “Sejel Tenudáh” o la oscilación profunda entre lo verbal y lo imaginal, el rápido y altísimo pendular entre el lado derecho e izquierdo del Árbol de la Vida, la experiencia extática del sentido y del sinsentido al mismo tiempo.
Para sumar Daat, el atento estudiante místico suele estar convencido de que tiene que huir del mundo exterior porque es demasiado doloroso, engañoso y ajeno a su ser esencial, pero utiliza con inteligencia su sentido del humor para convertir dicho mundo en una fuente de placer mediante el chiste. Así transforma, así hace Tikún y así corrige lo desviado en sí mismo y en los demás. Así, con tan poquito. O con tanto.
Cuando alguien se ríe sucede una transformación mágica de la realidad, en la cual los límites del espacio, tiempo y cultura superan la conciencia de separación generando la “Unión Mística” del alma y del mundo.
Abandonarse a la risa significa deshacerse temporalmente del yo tradicional y dejar fluir energía reprimida que hace arder el cuerpo y a la vida vibrar desde un área que es profunda e impenetrable para el intelecto humano.
En la actualidad tenemos recursos y técnicas para desarrollar la risa, por ejemplo, existen los “Laugh Coach”, o sea entrenadores en risa (...y yo que me creía original!!).
También la filosofía zen tiene una propuesta y conceptualización muy seria con respecto a la risa.
En el caso del judaísmo, el finísimo e inteligente humor que utiliza sin censuras todos los temas (muerte, sexo, ignorancia, persecución, inquisición, tortura, holocausto, etc.) se muestra alejado de la Cábala o de sus métodos, como guardando una distancia protocolar. Parece una práctica olvidada, o que no se elaboró desde ese contexto, o que no fuera importante, entonces es cuanto menos “raro” ver a un cabalista riéndose o haciendo chistes. No obstante, en ese campo, el que sabe más, ríe más.
"De hecho, la risa, es una de las mayores cualidades espirituales. Tu ego desaparece con una carcajada. Al igual que el ego desaparece cuando bailas con totalidad, cuando te ríes de verdad, tú desapareces, solo la risa permanece, tú no eres ni siquiera un observador
Estás totalmente sumergido en ella. Y esto te permite vislumbrar la meditación".
“Osho” Bhagwan Shree Rakneesh (1931 - 1990).
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