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En Busca del Objetivo

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Uno de los temas que suelen salir con más frecuencia en las sesiones de coaching es la dificultad para revertir situaciones generadas por ignorancia, conexión con el pasado, escasa información, aplicación fuera de contexto, anticipación o postergación. 

La falta de un objetivo claro en la vida o de encontrarle sentido a la misma también muestra un alto grado de impotencia, letargo y quizás, depresión.

Se trata de gente normal con problemas más o menos normales pero con propósitos sin cumplir (o sin propósitos) y un tanto decepcionados con la vida. 

 

El trabajo espiritual, en particular el realizado con las herramientas de la Cábala, conlleva una poderosa aproximación a todos los aspectos de la vida de la persona en las que el objetivo primordial es el acceso a los talentos, el reconocimiento de la misión personal y el Tikún (o corrección).

 

Cuerpo, mente y espíritu intervienen en forma conjunta para acceder al máximo potencial, fortalecer la personalidad, transformar íntegramente y concentrar las energías para conseguir objetivos y conseguir la felicidad. 

 

Convenir que Arriba y Abajo forman una Unidad que debe estar en consonancia y actuar en simultáneo, implica diseñar la vida propia y acercarse a la concreción del deseo de recibir, reconocer las habilidades y adaptarse a los desafíos que aparecerán, inexorablemente,  en el camino. Resignificar la existencia en todo momento.

 

Esta tarea implica sintonizar con el viaje espiritual e impulsar el descubrimiento de la verdadera identidad para elevar los niveles del alma y purificarla.

 

El discernimiento y la estrategia, la experiencia y la intuición son cualidades que todos poseemos y que son indispensables para recorrer el camino al éxito.

Pero la concentración, el enfoque de todas las energías orientadas hacia un objetivo (Sejel haPoel) es la clave para obtener lo que se desea. 

Ninguna fórmula ni pase mágico ni meditación que le funcionó a otra persona es válida en la búsqueda de la propia felicidad. 

 

De hecho, si en este instante no estamos concentrados y entusiasmados con nuestro futuro debemos urgente reformular nuestro presente; siendo aquí la palabra importante “entusiasmados”. 

No alcanza con un más o menos a la hora de desear. No necesitamos impostar ante nadie que queremos “lo justo y necesario” cuando en realidad queremos más. Mucho más. ¿Y por qué no aspirar a ello? ¿Qué nos impide querer más, recibir más, agrandar nuestro kli (recipiente)? ¿Quién dijo que ser ignorante o ser pobre es mejor? 

Quedarnos sentados esperando que los astros se alineen favorablemente para sentirnos bien es una postergación inaceptable para el buscador espiritual.

 

Discernir un objetivo y luego poner todas las energías en el mismo sin dispersión será el fundamento para crecer.

Ciertamente que en la batalla por las almas (o la psiquis) las energías del entorno nos distraen constantemente de nuestra meta. Sitrá Ajará (el Otro Lado) lo tiene muy claro y no pierde tiempo ni pospone su tarea; no se aplaca con misericordia ni plegarias ni nada de eso le interesa. No solo se aprovecha de las debilidades, y de los vaivenes de nuestras dudas, teniendo la ventaja desde el vamos, sino que además genera y adapta una minuciosa estrategia en tiempo y forma; allí donde hay un minúsculo espacio libre (que no está ocupado con pensamientos elevados) o un error de discernimiento (de quien no se da cuenta del potencial propio) o la falta de amor por uno mismo (que no le encuentra sentido a la vida) la Sombra se instala, se adhiere y luego es muy difícil “despegarla”.

 

Así es como todas las áreas de la vida (sefirot) pueden estar apagadas o encerradas (klipot) y por lo tanto quedar uno mismo atrapado sin saber cómo salir.

 

Nada de esto nos enseñan en la escuela o en casa. Se han sucedido tantas generaciones del alma viviendo en el exilio, de una cotidianidad tan superficial, inventándose en muchos casos la fantasía de la felicidad que ya ni siquiera captamos el concepto, y muchas veces confundimos un momento de euforia pasajera con el entusiasmo por la vida.  

 

El entusiasmo por la vida y por la manifestación del deseo personal de cada uno se entrena. Es una fuente de poder ante la pandemia psíquica, una actitud y una predisposición que nos dará la victoria sobre las fuerzas del mal.

 

Ec. 9:10 “Haz todo lo que puedas hacer con toda tu fuerza porque no hay obra, ni empresa, ni conocimiento, ni sabiduría en la tumba a la que te diriges.” 

 

©Ruth Percowicz - Todos los derechos reservados

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