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El Día del Cabalista

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Esta fecha tiene un enorme contenido simbólico original más el que se le fue sumando a lo largo del tiempo, por lo cual exponerlo resulta una tarea compleja.

 

Hemos elegido esta vez, los puntos que consideramos más relevantes para el estudiante e investigador de la Cábala Hebrea.

 

Lag B’Omer, el 33º día del conteo de Omer, se celebra como el aniversario de la muerte del maestro cabalista y autor del Zóhar, el Taná (maestro mishnaico) Rabí Shimon Bar Iojai (RaSHBI).

Desde el punto de vista histórico, la fecha de la partida de Rabi Shimon ha sido objeto de discusión rabínica durante siglos. Sin embargo, esto es completamente irrelevante a efectos de la magnitud de esta festividad.

 

Además, se recuerdan a los 24.000 estudiantes de Rabi Akiva que fallecieron durante Lag B´Omer. No todos los estudiantes de Rabi Akiva desencarnaron en ese momento; el más importante y fiel, Rabi Shimon Bar Iojai, sobrevivió a esta epidemia y fue apto para recibir los secretos más sagrados de la Torá. En otras palabras Rabi Akiva le enseñó a su discípulo mayor Rabi Shimon, los secretos de la Toráh.

Años más tarde, el rabino Shimon y su hijo se vieron obligados a esconderse de los romanos. Fue durante este período de aislamiento, escondidos en una cueva que Eliahu HaNavi (el profeta Elías) se les apareció y les enseñó el Zóhar.

Es importante destacar que esto nunca podría haber sucedido si Rabi Akiva no instruía primero al rabino Shimon, en los métodos y técnicas necesarias para convocar al profeta Elías.

 

Hay una gran  mayoría de personas que cree que Eliahu  tan sólo “aparece”.  Esto no es así. Eliahu es invocado a través de una fórmula específica que el Rabi Shimon aprendió del Rabino Akiva. Esta fórmula no está registrada en el Zóhar, pero sí en otras lecturas sagradas.

Tampoco se sabe con certeza cuándo recibió Rabi Shimon esta fórmula pero, la tradición del JIDA (Rabi Jaim Iosef David Azulai) estipula que fue específicamente el dia 33 del Omer.

  

Cuando llamamos a este día el “Hilulah” (o ascenso) del RaShbI, no nos referimos necesariamente a su muerte, sino más bien al ascenso, al momento más elevado en el Tikún de su alma, el instante personal de ascenso insuperable (porque se encuentra a punto de desencarnar) en el aprendizaje de la Torá. La muerte de un cabalista implica que toda la luz que absorbió en su alma junto con sus estudiantes, se libera en ese momento y pasa a otras almas. Esta Luz se transforma en iluminación, como una luz envolvente que entrega a otros (y otros RECIBEN). Esta transición simboliza un pasaje de luz.

 

El primer Hilula es el del RaSHBI que cae el dia 33 del Omer. El propio Rabi Shimon denominó a este día “el día de mi felicidad”, y es, además un “casamiento espiritual”.

Lag B’Omer además, celebra el día en el que la Cábala se salvó  de perderse para siempre, por lo tanto, siempre ha sido considerada la “fiesta del cabalista.” 

En este día, el rabino Shimon bar Iojái se convirtió posiblemente en el eslabón más importante de la cadena de transmisión de la Cábala. Por eso celebramos este día con alegría, ya que recibiremos esta Luz superior, llamada “Zohar” capaz de corregir todas las almas, conectándonos y elevando a cada persona a nivel del Creador.

La tradición nos enseña que RaShBI era el ser más digno de recibir estos secretos pero no así las demás personas, por muy piadosas y observantes que fueran. Por eso, y debido a los errores colectivos del pueblo, se proclamó que el Zohar y sus enseñanzas debían ser ocultadas por 1000 años.

 

No fue sino hasta el 1290 e.c. que el Zohar se hizo público. Su editor, Rabi Moshé de León nunca reveló los manuscritos originales, siendo que además el Zohar contiene numerosos agregados posteriores. Atribuirle la autoría del Zohar a Moshé de León es una equivocación. También darle mérito solo al Rabi Shimon es un error.

Incluso el propio Zohar afirma que el rabino Shimon no lo escribió, que fue originalmente un conjunto de enseñanzas orales que el rabino Shimon dio a sus Talmidim en los años posteriores a él.

 

El Zohar es una gran recopilación de muchas enseñanzas que cubren numerosos temas místicos.

Y no debería sorprenderle a nadie que pudiera haber habido un número de autores a lo largo de los siglos que han sido guiados por el Cielo para complementar el cuerpo de las enseñanzas Zoharicas.

 

La existencia de un material de la época post-tanaítica en el Zóhar sólo demuestra que se trata de un cuerpo vivo y vibrante de enseñanzas. Como la propia Torá, el Zohar es mucho más que un mero libro. Está vivo; respira porque tiene alma.

Este Magnum Opus contiene un cuerpo principal, los dos Idarot, el Sifra D’Tzniuta, la Ra’aia Mehemna, la Saba D’Mishpatim y muchas más incluyendo el Tikunei Zóhar y el Zohar Jadash.

 

©Ruth Percowicz - Todos los derechos reservados

 

Foto, "Awakening" 

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