

El Caos Final


Uno de los conceptos necesarios para la comprensión de la Cábala trabajados en mis cursos es el de “enantiodromía”, /e-nan-tio-dro-mí-a/ palabra interesante para jugar al ahorcado, difícil de pronunciar y definir, un hiato gramático, pero que resuelve importantes conflictos dentro del Árbol de la Vida y de la psique de las personas.
Se trata de que cuando las cosas llegan a un extremo se vuelven su opuesto. Sí, así de contradictorio es el asunto, pero muy importante, tanto que Heráclito (535-475 a.e.c) y C.G. Jung (1875-1961) se tomaron el tiempo de analizar la función reguladora de los contrarios concluyendo que más tarde o más temprano, cada cosa se vuelve su propio antagonista.
Lo mismo sucede con las sefirot (o emanaciones del Árbol de la Vida), igual pasa con la psique y la emergencia del inconsciente opuesto.
En el sistema del Árbol de la Vida, las mismas sefirot en conjunto pugnan por restablecer el equilibrio, de tal manera que cuando llegan a su límite, se convierten en su opuesto.
Este fenómeno, desde el punto de vista psíquico ocurre cuando una tendencia unilateral domina la vida consciente; con el tiempo se construye una contraposición inconsciente igualmente poderosa que luego transforma esa tendencia en su antípoda.
En el camino de la individuación o sendero hacia Tiferet se debe incorporar un opuesto que seguro que es eso que no queremos; y en términos místicos y difíciles se trata de la “coincidentia oppositorum” o la coincidencia de opuestos, necesaria para crecer y alcanzar un estado de plenitud interna y elevación espiritual. Una vez comenzado este proceso, ya no hay vuelta atrás. Listo. Este surgimiento, dice Jung, presagia un renacimiento de la personalidad, y creo que en eso estoy. En un hiato existencial.
Esta etapa de mi Tikún haNefesh incluye cambios grandes y novedosos para mi alma en la manera de compartir, confiar, estimular y brindar mi energía, enseñanza y amistad en general. Esta es una transformación con pérdida (de letra Nun), para mí y también para otros, en quienes había depositado mi fidelidad, equivocadamente.
Entonces, para recibir una parte de esos cambios, estas editoriales que me llevan un tiempo y una dedicación importante serán más cortas, livianas o no serán.
Los cursos que me mantenían horas en pasiva posición y esmero, y que en apariencia, han favorecido mayormente a mis partes gruesas, tenían una forzada estructura adaptada a la masividad impuesta desde afuera, incluyendo un innecesario, agotador y poco apreciado contenido “artesanal”. Ahora dicho tema será para pocos, serios y comprometidos estudiantes. O nada.
El actual Tohu vaBohu (Caos Primordial) por el cual estoy transitando se parece a mi escritorio los días que hago guematrias: unos seis o siete libros abiertos, un familiar desorden de papeles, una expectativa para revelar misterios, varios problemas matemáticos simultáneos y pendientes, música y plegaria; pero es al mismo tiempo el mejor lugar, en donde todo está por ser y generar la Unión para la elevación; una enantiodromía en ciernes que restaurará mi equilibrio.
Quedo a disposición de quienes sientan que puedo guiarlos en la transformación de sus vidas, el crecimiento espiritual a través del entrenamiento personalizado de la Cábala, y el mentoring para aquellos discípulos más preparados que deseen gestionar sus conocimientos en profundidad para transmitirlos con ética y seriedad.
©Ruth Percowicz - Todos los derechos reservados